Soluciones

Serocribado en residencias de tercera edad

Las residencias de personas mayores tienen unas circunstancias muy particulares que complican su estrategia con respecto al SARS-CoV-2: sus residentes son del nivel más alto de riesgo; el envejecimiento se asocia con una mayor morbilidad a causa del Covid19 derivada de una variedad de tejidos disfuncionales; los residentes pueden tener la movilidad limitada; y, por último, las visitas de sus amigos y familiares son de un lado esenciales para su salud mental y física, y de otro pueden ser ellas mismas una fuente de infección.

La primera actuación para mantener una residencia libre de virus es la buena higiene, que consiste en el lavado de manos, uso de mascarillas y distanciamiento social. Luego hace falta una limpieza intensa de las habitaciones y zonas comunitarias, control de las visitas y personal, y seguimiento de las recomendaciones de las autoridades sanitarias. La división de residencias en grupos o ‘burbujas’ y el tiempo y paseos al aire libre también pueden ayudar a reducir el riesgo de contaminación.

El serocribado puede contribuir a proteger la calidad de vida de los residentes. Manteniendo un control habitual de los residentes permite que los más autónomos no tengan que renunciar completamente a sus actividades habituales y los más dependientes a participar en las zonas comunes. Permite detectar posibles portadores y actuar en consecuencia rápidamente, previniendo brotes por asintomáticos. Además, un serocribado de los profesionales sanitarios le bloquea el camino del SARS-Cov-2 a entrar en la residencia.

La conexión con familiares es muy importante tanto para los residentes como las familias. El serocribado puede contribuir a prevenir posibles contagios entre los residentes y sus allegados, manteniendo el bienestar emocional.

Más de la mitad de las defunciones por Covid-19 registradas en la mayor parte de países desarrollados corresponden con residentes de centros geriátricos o socio-sanitarios.

Es especialmente significativo que el serocribado realizado por el Servei Andorrà d’Atenció Sanitària permitió detectar y aislar seis casos sospechosos y parar un posible brote relacionado con el Centro de Salud Social de Clara Rabassa.